
Cómo elegir a tu dentista de confianza
¿Puedes confiar en tu dentista?
Hola querido/a lector/a. Me dirijo a tí con esta pregunta, sencilla, sin ningún tipo de ambigüedad, pero directa. No debes elegir a tu dentista sin pensártelo. ¿Por qué la realizo?. Muy sencillo. Desde mi posición en una clínica eminentemente familiar, con 3 décadas de dedicación al sector desde que mi padre empezó a ejercer la estomatología, he podido ver, junto a mis hermanos, muchas cosas en el sector de la odontología, habiendo una en especial que me duele como profesional, y es la prostitución a la que se está sometiendo nuestra profesión.
- La aparición en el mercado de numerosas franquicias, centros dentales con aparente altruismo a sus pacientes, universidades que crecen como setas repartiendo el título de odontólogo por doquier, sociedades médicas que ofertan pólizas dentales que al final nunca rentan a sus propietarios (pero si, y mucho, a la sociedad), son sólo unos ejemplos del momento en el que la profesión se encuentra, posiblemente el más oscuro en su historia. Te podrás preguntar, ¿y a mi esto que me importa?, los dentistas siempre han estado «forrados», que se fastidien y que se aguanten. Pues bien, desgraciadamente no seremos los únicos en fastidiarnos, sino que directamente tú, cuando vayas a recibir tratamiento serás el primer perjudicado. ¿Por qué?, muy sencillo:
- La proliferación de numerosas universidades que ofertan el título de odontología lleva a una masificación de dentistas, totalmente exagerada. Estos dentistas deben y sueñan, al terminar su carrera, trabajar en su profesión. El mercado laboral les dirige, en la mayoría de los casos a buscarse la vida en franquicias, centros dentales «altruistas», clínicas regentadas por personal no odontólogo, sociedades médicas sin escrúpulos, donde la presión, la escasez de medios, los horarios laborales y las poquísimas ganancias económicas de estas nuevas generaciones, son simplemente terroríficas. Para conseguir unos objetivos económicos «rentables» para estos centros, los dentistas deben trabajar de sol a sombra produciendo sin parar, y existen numerosos casos de sobretratamientos, empleo de materiales de pésima calidad, mano de obra poco cualificada y estresada para determinadas especialidades, que han quedado registradas en plataformas de afectados, medios de comunicación televisados, escritos y redes sociales, mostrándonos que o esta burbuja explota o acabaremos sucumbiendo al declive total y absoluto de lo que conoce como dentista.
Afortunadamente aún quedan numerosos profesionales que no escatiman tiempo con sus pacientes, usando materiales que permiten tener una tranquilidad total, que invierten en una mejor formación continuada y en equipamiento. Profesionales que son capaces, mediante su trato y conocimientos, de ganarse la confianza de pacientes que vienen mareados de mil sitios, que han investigado en internet todo lo posible sobre sus tratamientos y están confusos por todo lo que leen al respecto. Profesionales que no descansan hasta que su trabajo no está perfectamente realizado. Son estos dentistas, y sólo estos, los que te pueden llevar a responder con un rotundo SI a la pregunta que te he formulado. Sabiendo esto, ahora eres tú quien debe elegir, valorar y confiar a la hora de poner tu salud en manos de un dentista. No te dejes engañar por campañas imposibles, por ofertas deslumbrantes, ya que nadie da duros a pesetas. Esto ha sido y será siempre así.
Dr Tomás Beca Campoy
Aprende a buscar calidad, entérate de quien te atiende, fíjate si está colegiado, y sobre todo si te aporta tranquilidad y confianza.